Una maternidad diferente.
Hoy, si mi hijo invisible hubiera nacido, cumpliría 2 años.
Gracias Mi Pequeño Guisante, por todo el amor que a tu manera trajiste.
Por haberme sacudido entera.
Por haber sacado de mis entrañas toda mi peor persona hasta estallar por tu pérdida y por el dolor de aquella niña adolescente en duelo que fui y que de alguna manera seguía (y aún a veces) sigo siendo.
Porque fueras o no, para mí siempre serás.
Por encontrar en la calma tras la tempestad el amor por Sara.
Por al vida que se abrió paso.
Por soltar las cuerdas de Jorge.
Hasta siempre, Mario.
Hoy, si mi hijo invisible hubiera nacido, cumpliría 2 años.
Gracias Mi Pequeño Guisante, por todo el amor que a tu manera trajiste.
Por haberme sacudido entera.
Por haber sacado de mis entrañas toda mi peor persona hasta estallar por tu pérdida y por el dolor de aquella niña adolescente en duelo que fui y que de alguna manera seguía (y aún a veces) sigo siendo.
Porque fueras o no, para mí siempre serás.
Por encontrar en la calma tras la tempestad el amor por Sara.
Por al vida que se abrió paso.
Por soltar las cuerdas de Jorge.
Hasta siempre, Mario.
Mamá.
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