Hay instantes en los que me gustaría detener el tiempo o almenos poder congelar pedacitos para que algunas cosas no se me olvidaran nunca. Seré cursi, repetitiva, sí, lo he dicho muchas veces pero lo siento así; hay segundos mágicos en los que soy consciente de que soy feliz y me gustaría guardarlos en una caja y poder revivirlos una y otra vez con la misma intensidad. El último fin de semana de mayo fue así para mí, lleno de momentos sencillos preciosos, conversaciones interesantes, risas y más risas, más ratos en familia y mi primera salida sola ante el volante (qué sudores!).
Mi ego un poco más alto (y mi paciencia más baja) por la reciente mamitis de mi hijo. De la culpabilidad de mami trabajadora con poco tiempo para disfrutar de la familia he pasado a estar (otra vez) en el paro y aunque miro con un poco de miedo mi futuro laboral de momento sólo lo hago de reojo. Afronto feliz todas las semanas que pueda, poniéndome al día con la vida de mi hijo y dándome caprichos de precios mini. Como, entre otros compras baratas impulsivas, las pulseras de plástico de colores que me compré la semana pasada en Bijou Briggitte, los esmaltes de uñas en los tonos pastel que quería y que por fin encontré en un bazar chino y unas velas led (1,98€ pack 2 unidades) que funcionan a pilas. Las compré en Crack, en la calle Fontvella de Terrassa y son perfectas para que no se apaguen con las corrientes de aire si las uso en el exterior y para que mi hijo no se queme si las toca. Qué ganas de que deje de llover ya y poder preparar mi patio para esas tardes y noches de verano que se alargan siempre más de lo uno piensa...
Feliz semana!
Mi ego un poco más alto (y mi paciencia más baja) por la reciente mamitis de mi hijo. De la culpabilidad de mami trabajadora con poco tiempo para disfrutar de la familia he pasado a estar (otra vez) en el paro y aunque miro con un poco de miedo mi futuro laboral de momento sólo lo hago de reojo. Afronto feliz todas las semanas que pueda, poniéndome al día con la vida de mi hijo y dándome caprichos de precios mini. Como, entre otros compras baratas impulsivas, las pulseras de plástico de colores que me compré la semana pasada en Bijou Briggitte, los esmaltes de uñas en los tonos pastel que quería y que por fin encontré en un bazar chino y unas velas led (1,98€ pack 2 unidades) que funcionan a pilas. Las compré en Crack, en la calle Fontvella de Terrassa y son perfectas para que no se apaguen con las corrientes de aire si las uso en el exterior y para que mi hijo no se queme si las toca. Qué ganas de que deje de llover ya y poder preparar mi patio para esas tardes y noches de verano que se alargan siempre más de lo uno piensa...
Feliz semana!
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un besazo