Hace ya un mes que fui Menorca y por fin tengo ya mi ordenador en casa reparado y puedo enseñar este post; una especie de diario de viaje.
El jueves 30 de junio por la noche en el Puerto de Barcelona, cogemos un barco de Balearia rumbo a Menorca. Partimos con retraso ya que han entrado muchísimos turismos y sobretodo camiones. Algo que me deja alucinada, por las dimensiones de los camiones. ¡Qué distinto vivir en una isla! Solamente puedes salir y entrar en barco o avión, igual que las mercancías y todo lo necesario que tenga que venir de fuera de la isla. El trayecto en ese barco duró unas 9 horas, haciendo escala en Alcúdia (Mallorca) aunque hay un ferry que hace el trayecto en 4 horas. Para esa noche elegí un look cómodo y nada del otro mundo: jeans y camiseta con detalle de tachuelas de Bershka, colgante y bolso de I am y sandalias planas de Primark
El jueves 30 de junio por la noche en el Puerto de Barcelona, cogemos un barco de Balearia rumbo a Menorca. Partimos con retraso ya que han entrado muchísimos turismos y sobretodo camiones. Algo que me deja alucinada, por las dimensiones de los camiones. ¡Qué distinto vivir en una isla! Solamente puedes salir y entrar en barco o avión, igual que las mercancías y todo lo necesario que tenga que venir de fuera de la isla. El trayecto en ese barco duró unas 9 horas, haciendo escala en Alcúdia (Mallorca) aunque hay un ferry que hace el trayecto en 4 horas. Para esa noche elegí un look cómodo y nada del otro mundo: jeans y camiseta con detalle de tachuelas de Bershka, colgante y bolso de I am y sandalias planas de Primark
A las 9:30h de la mañana del viernes llegamos al puerto nuevo de Menorca (creo recordar que el sitio es Cala Blanca). Viendo el pequeño puerto de Ciutadella parece mentira que hasta no hace mucho, según me cuentan, atracaran ahí esos pedazo de barcos.
Desayuno a lo grande y paseo por Ciutadella
Camino a Es Mercadal pasamos por Ferreries donde está la factory shop de Jaime Mascaró y Pretty Ballerinas
En Es Mercadal comemos en el restaurante Es Molí. Yo quedé encantada con los calamares rellenos al estilo menorquín, con salsa de crema de leche y almendras, aunque fueron bastante lentos en servirnos. La comida para 4 personas sin postre nos salió por algo más de 100€.
Nuestro aparthotel estaba en Platges de Fornells pero antes pasamos por Fornells, un pequeño pueblo que cautiva con sus casitas y sus amarres. Las casas blancas y bajas, casi rozando el mar, con accesos directos al agua desde la acera. A lo lejos la Torre de Fornells, del siglo XVIII y un diminuto altar a Lourdes dentro de una roca, una mini cueva
Por la tarde mis ojos no podían abrirse más en la zona de Biniparratx. Por las espléndidas casas, de arquitectura sencilla pero contundentemente glamourosas, blancas y con detalles en piedra, con un toque minimalista y lujoso, muy mediterráneas, armoniosamente construidas entre la naturaleza. La mayoría plantas bajas rozando el mar, con piscinas a ras de salón, entre pinos. Rodeadas de accesos directos al mar, unos pasajes de tierra entre arbustos y piedras, caminos secretos que llevan a calas de ensueño o a plataformas con escaleras hasta el agua
Pasamos bastante tiempo en esa última cala perdida, durmiendo lo que no pudimos hacer en el barco. Accedimos hasta allí andando unos 2 minutos por un camino de tierra entre arbustos, algunos pinos y muchas piedras.
Nos alojamos en Platges de Fornells en el aparthotel Carema Club Playa. Un complejo compuesto por el Carema Club Playa y el Carema Siesta Playa. En un entorno muy tranquilo en el que es imposible conocer la isla sin vehículo, aunque hay justo delante una parada de autobús. A través de Booking el alojamiento en este apartamento equipado para cuatro personas sale por 50€ la noche (12,50€ por persona y noche si sois 4). El complejo tiene acceso directo a la playa y varias piscinas distribuidas más o menos para cada grupo de apartamentos y por 15€ más tienes acceso al buffé libre con todo incluido
(El vestidito coral de la foto en la puerta del complejo es de Shana)
Nuestro segundo día en Menorca fuimos a Macarelleta, la famosa cala del anuncio de Estrella Damm y vengo convencida de que es la playa más bonita en la que he estado en toda mi vida! Desde donde nos alojábamos nosotros tardamos unos 45 minutos en coche en llegar, por carreteras estrechas hasta un bosque, donde un vigilante nos indicó que para continuar había que abonar 5€ por vehículo. Sin pagar el coche debe aparcarse en esa zona y seguir a pie por el bosque hasta Macarella. Nosotros sí pagamos los 5€ y llegamos en coche hasta el segundo vigilante, otro tramo por el camino entre pinos hasta un parquing de tierra y ya llegamos a Macarella. Hasta Macarelleta, unos 5-10 minutos más andando entre paisajes de sueño. Merece la pena! Aguas de azul idílico y veleros; intento abrir los ojos todo lo que puedo! La mirada se pierde en el horizonte, el infinito cielo azul y en el escarpado camino entre rocas y árboles, donde se une mar y montaña y cargando con los bártulos playeros. Cada paso bien merece una foto que poder guardar para siempre! Por fin llegamos a Macarelleta y pasamos allí el día (blusa con flores verdes de H&M, bolso de rafia con abalorios dorados de un mercadillo, biquini verde con argollas doradas de Calzedonia y chanclas doradas de Carrefour)
Nuestro segundo día en Menorca fuimos a Macarelleta, la famosa cala del anuncio de Estrella Damm y vengo convencida de que es la playa más bonita en la que he estado en toda mi vida! Desde donde nos alojábamos nosotros tardamos unos 45 minutos en coche en llegar, por carreteras estrechas hasta un bosque, donde un vigilante nos indicó que para continuar había que abonar 5€ por vehículo. Sin pagar el coche debe aparcarse en esa zona y seguir a pie por el bosque hasta Macarella. Nosotros sí pagamos los 5€ y llegamos en coche hasta el segundo vigilante, otro tramo por el camino entre pinos hasta un parquing de tierra y ya llegamos a Macarella. Hasta Macarelleta, unos 5-10 minutos más andando entre paisajes de sueño. Merece la pena! Aguas de azul idílico y veleros; intento abrir los ojos todo lo que puedo! La mirada se pierde en el horizonte, el infinito cielo azul y en el escarpado camino entre rocas y árboles, donde se une mar y montaña y cargando con los bártulos playeros. Cada paso bien merece una foto que poder guardar para siempre! Por fin llegamos a Macarelleta y pasamos allí el día (blusa con flores verdes de H&M, bolso de rafia con abalorios dorados de un mercadillo, biquini verde con argollas doradas de Calzedonia y chanclas doradas de Carrefour)
De momento me quedo disfrutando de este domingo que empieza en Terrassa, recordando los buenos y bonitos momentos vividos en Menorca.
¡Nos leemos!
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