Es el momento ideal para recuperar mi post Antes
Empiezo a preocuparme porque ha pasado la fecha probable de parto y aún no estás aquí. ¿Qué es lo que no funciona dentro de mi cuerpo? ¿Podrá repercutir en tu corazón? Por las noches duermo a trompicones y sueño contigo. Sigo encerrada en casa, aunque ayer salí por primera vez en casi cinco días a dar un paseo. Empiezo a imaginarme un parto inducido, largo y laborioso. Siento dolor en los muslos y cansancio pero no tengo contracciones. Me da la sensación que pasarán aún varios días hasta que estés aquí y eso me pone triste, me paso el día sola. Me siento cansada para ponerme a hacer cosas y la ansiedad por tu nacimiento no me deja pensar en nada más. Los días se han convertido en algo largo y aburrido. Después de nueve meses, cada día más embarazada se hace más desesperante. Me da miedo que algo dentro de nosotros no vaya bien. Me siento sola.
Cuando estés aquí no sé cómo vamos a distribuirnos el tiempo los tres y ahora estoy aquí, perdiéndolo. Ojalá pudiera meter las horas en un bote y al abrirlo estés aquí con nosotros. Tengo ganas de pasar todo el tiempo del mundo con tu padre. Ahora todo será para tres. Estos últimos días de embarazo él me mira diferente mientras estamos en el sofá. También tiene muchas ganas de verte y me dice que tiene ganas de verme descansar de esta barriga y de mi ansiedad por conocerte.
No puedo decirte más.
Sólo deseamos tenerte.
Esto es lo que le escribí a mi hijo el martes 20 de enero de 2009. Sin saberlo, un día antes de su nacimiento. Sólo unas horas antes de que nuestras vidas cambiaran para siempre y que la suya apenas comenzara. Y aunque verdaderamente no estaba sola, así me sentía. Sola con esos momentos de miedo e incertidumbre de una madre primeriza, demasiado pesimista y tremendista la mayoría de los días. Y al final ( o al principio, según se mire) no tuve ni un ápice de miedo en el parto. Superé un embarazo difícil (mi pequeño tuvo algunos problemas de corazón mientras estuvo en la barriga) y supe que hay instantes en los que es una misma quien tiene que sacudirse el pánico. Aprovecho para mandar un saludo a Axel y Aroa, que ahora están esperando y para dar a conocer el subtítulo de un blog que encontré a través de un grupo de Facebook al que me invitaron; algo así como una manera de educar ni mejor ni peor, la nuestra y me encantó la frase!
Nos leemos!
Empiezo a preocuparme porque ha pasado la fecha probable de parto y aún no estás aquí. ¿Qué es lo que no funciona dentro de mi cuerpo? ¿Podrá repercutir en tu corazón? Por las noches duermo a trompicones y sueño contigo. Sigo encerrada en casa, aunque ayer salí por primera vez en casi cinco días a dar un paseo. Empiezo a imaginarme un parto inducido, largo y laborioso. Siento dolor en los muslos y cansancio pero no tengo contracciones. Me da la sensación que pasarán aún varios días hasta que estés aquí y eso me pone triste, me paso el día sola. Me siento cansada para ponerme a hacer cosas y la ansiedad por tu nacimiento no me deja pensar en nada más. Los días se han convertido en algo largo y aburrido. Después de nueve meses, cada día más embarazada se hace más desesperante. Me da miedo que algo dentro de nosotros no vaya bien. Me siento sola.
Cuando estés aquí no sé cómo vamos a distribuirnos el tiempo los tres y ahora estoy aquí, perdiéndolo. Ojalá pudiera meter las horas en un bote y al abrirlo estés aquí con nosotros. Tengo ganas de pasar todo el tiempo del mundo con tu padre. Ahora todo será para tres. Estos últimos días de embarazo él me mira diferente mientras estamos en el sofá. También tiene muchas ganas de verte y me dice que tiene ganas de verme descansar de esta barriga y de mi ansiedad por conocerte.
No puedo decirte más.
Sólo deseamos tenerte.
Esto es lo que le escribí a mi hijo el martes 20 de enero de 2009. Sin saberlo, un día antes de su nacimiento. Sólo unas horas antes de que nuestras vidas cambiaran para siempre y que la suya apenas comenzara. Y aunque verdaderamente no estaba sola, así me sentía. Sola con esos momentos de miedo e incertidumbre de una madre primeriza, demasiado pesimista y tremendista la mayoría de los días. Y al final ( o al principio, según se mire) no tuve ni un ápice de miedo en el parto. Superé un embarazo difícil (mi pequeño tuvo algunos problemas de corazón mientras estuvo en la barriga) y supe que hay instantes en los que es una misma quien tiene que sacudirse el pánico. Aprovecho para mandar un saludo a Axel y Aroa, que ahora están esperando y para dar a conocer el subtítulo de un blog que encontré a través de un grupo de Facebook al que me invitaron; algo así como una manera de educar ni mejor ni peor, la nuestra y me encantó la frase!
Nos leemos!
Comentarios
los zapatos si, aun quedan ejejej correee http://bosanova.es/es/producto/ver/calzado/1174
un besin