Llevo varios días sin actualizar el blog y ya lo necesito, es como ordenar pensamientos e ideas que van revoloteando durante la semana, vivencias… y un día, tengo que escribirlo todo, vaciarme.
Muchas semanas llevo ya centrada en lo profesional y me viene al pelo enseñarte estos apuntes míos de hace algo más de un año
“para que las personas que forman una organización trabajen para conseguir unos mismos planes tienen que sentirse identificados con ellos. No basta con que la empresa prefije unos valores y maneras, debe fomentarlos, haciendo que cada trabajador los crea y sienta suyos y los adopte, sintiéndose partícipes de un grupo.Desde principios/mediados de octubre estoy en el paro. Esta semana termina mi prestación. No cobraré. No tendré ningún ingreso fijo, aparte del sueldo de mi marido que se lo lleva la hipoteca.
Es mejor, tanto para empresa como para empleado, que los que trabajan para un mismo fin se lo crean; que compartan los ideales de la empresa, sintiéndose identificados con una misma lucha por un mismo fin”
Hay días que tengo miedo. Me enfado conmigo misma o con los demás. Otros días, la mayoría, tengo muchas ganas de crear, emprender, ser autónoma. Quiero darme la oportunidad de centrar mis esfuerzos en lo que me gusta, a lo mejor tener mi tienda online o una parada en algún mercadillo. A lo peor, equivocarme.
Mi ilusión es la moda. Más que la ropa, los accesorios, los complementos, los caprichos. Vestirse por los pies. El low cost que copia a los grandes. Inspirarme en las cuidadas y estéticas fotos de las revistas. Pasar las páginas con devoción.Tocar telas, insertar cuentas y bolitas.
Para ocasiones especiales elegir vestidos sencillos y elegantes pero rotundos, con cortes impecables y que sienten bien, que dejen el protagonismo a quién lo lleva. Que sea barato. Una melena suelta…
Para el día a día el street style, un accesorio divertido, …
Ser un día naif y otro rock…
Puede que compartas estas ideas o no. Que te guste, te encante o te horrorice lo que hago. Quizá no sientas la necesidad de crear o de escribir para vivir. Yo sí.
Pero también es necesario el dinero, mal y solución de tantas y tantas cosas.
Mis cosas son prescindibles, mi casa y sus gastos, comer, la educación de mi hijo y sus necesidades, no.
Trabajar para vivir, vivir para trabajar.
Yo ya estoy acostumbrada a conciliar el sueño aún teniendo facturas pendientes.
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