Durante el embarazo no me planteé siquiera no dar el pecho a mi PG. Mi experiencia de primeriza con la lactancia materna con PGH fue buena y conservo un buen recuerdo; hicimos lactancia mixta. Y con PG fue nacer y ofrecerle el pecho al instante y ella solita cogerse. Así que no hubo ni dudas, ni dramas, ni dificultades. Hemos disfrutado mucho de la teta! Ha sido lactancia materna exclusiva y a demanda hasta la introducción de otros alimentos. Ha sido taaaaan a demanda que a los 12 meses más o menos se había convertido en drogaína pura y sentí morir como persona...
"Estoy estancada en una situación en la que, aunque quiero mucho, muchísimo, a mi hija; la temo. En la que la culpa, el no dormir bien y la falta de espacio propio me ahogan. Tras darle muchas vueltas y varias intentonas y comentándolo con su pediatra, empieza nuestro destete. Que no es un destete solamente, pues son varios los frentes madre e hija los que tenemos que corregir para volver a disfrutarnos. No me juzgues. Empiezo esta nueva etapa con todo el amor del mundo."
Así comenzó el diario de mi/nuestro destete. Han pasado 7 semanas.
Ir a destete semana 1
Ir a destete semana 2
Ir a destete semana 5
Y así está siendo: nadie me ha juzgado. Nadie me ha preguntado por qué quiero dejar de dar teta. Nadie ha intentado convencerme para que siga dando el pecho a mi hija y, lo que creo que es más importante, nadie tampoco me ha dicho nada al revés ni criticado ni me ha dicho frases del tipo "tu leche ya no alimenta" o "ya es muy mayor". Sí he recibido mensajes cariñosos y de apoyo. Pero entre tantas mujeres y madres (y también hombres y padres) no he encontrado el consejo definitivo que marque nuestro camino, ni siquiera hablando con el pediatra de mi hija, una enfermera y con mi propia doctora de cabecera ni en libros (pues es que estoy viviendo esta etapa como un drama).
Me han llegado consejos del tipo "no negar, no ofrecer" o no ponerse fechas ni límites.
A quién sí me estoy encontrando cada día en estas semanas a la Señora Culpa.
Mis pechos lo están llevando bastante bien, hinchados pero soportable y con ayuda de discos empapadores. Lo que peor llevo (aparte de la culpa y el cansancio, claro) es tener que llevar casi las 24h el sujetador puesto (por el tema de los discos...).
Muy arropada por otras madres que siendo sinceras hemos compartido nuestra dualidad de sentimientos, de haber disfrutado mucho la teta pero haber llegado a un punto en que ya no nos sentimos ni cómodas, ni dispuestas, ni con fuerzas ni ganas de estar a todas horas.
Y al final, aquí estamos: la teta, mi hija y yo. Ya han pasado 7 semanas y hemos conseguido que Mi Princesa Guerrera solamente tome pecho una vez en todo el día (o ninguna) y lo mismo durante la noche. Aliadas con Papá, el hermano y el bibi y por supuesto con la yaya.
En la imagen fundidas nuestras faldas en una, teteando en su bautizo, con 15 meses. Foto de Roser Aguilar.
Gracias por leer. Post by Merche. Te espero en Facebook e Instagram para más sobre moda, belleza, ocio, familia, trabajo, ideas y el poder de las pequeñas cosas.
"Estoy estancada en una situación en la que, aunque quiero mucho, muchísimo, a mi hija; la temo. En la que la culpa, el no dormir bien y la falta de espacio propio me ahogan. Tras darle muchas vueltas y varias intentonas y comentándolo con su pediatra, empieza nuestro destete. Que no es un destete solamente, pues son varios los frentes madre e hija los que tenemos que corregir para volver a disfrutarnos. No me juzgues. Empiezo esta nueva etapa con todo el amor del mundo."
Así comenzó el diario de mi/nuestro destete. Han pasado 7 semanas.
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Y así está siendo: nadie me ha juzgado. Nadie me ha preguntado por qué quiero dejar de dar teta. Nadie ha intentado convencerme para que siga dando el pecho a mi hija y, lo que creo que es más importante, nadie tampoco me ha dicho nada al revés ni criticado ni me ha dicho frases del tipo "tu leche ya no alimenta" o "ya es muy mayor". Sí he recibido mensajes cariñosos y de apoyo. Pero entre tantas mujeres y madres (y también hombres y padres) no he encontrado el consejo definitivo que marque nuestro camino, ni siquiera hablando con el pediatra de mi hija, una enfermera y con mi propia doctora de cabecera ni en libros (pues es que estoy viviendo esta etapa como un drama).
Me han llegado consejos del tipo "no negar, no ofrecer" o no ponerse fechas ni límites.
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Mis pechos lo están llevando bastante bien, hinchados pero soportable y con ayuda de discos empapadores. Lo que peor llevo (aparte de la culpa y el cansancio, claro) es tener que llevar casi las 24h el sujetador puesto (por el tema de los discos...).
Muy arropada por otras madres que siendo sinceras hemos compartido nuestra dualidad de sentimientos, de haber disfrutado mucho la teta pero haber llegado a un punto en que ya no nos sentimos ni cómodas, ni dispuestas, ni con fuerzas ni ganas de estar a todas horas.
Y al final, aquí estamos: la teta, mi hija y yo. Ya han pasado 7 semanas y hemos conseguido que Mi Princesa Guerrera solamente tome pecho una vez en todo el día (o ninguna) y lo mismo durante la noche. Aliadas con Papá, el hermano y el bibi y por supuesto con la yaya.
En la imagen fundidas nuestras faldas en una, teteando en su bautizo, con 15 meses. Foto de Roser Aguilar.
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